8 sept 2007

La pureza de la piedra

Por Evelyn Chacón P.
Revista OC Magazine
#4 A o 1
Septiembre de 2007

El granito ha embellecido millones de estructuras milenarias en el mundo. En la era moderna sus beneficios en cuanto a durabilidad y hermosura han podido llegar a todos los espacios en los que el hombre desea decorar haciendo uso de materiales extraídos de la naturaleza. Sin embargo, no todos son iguales ni han sido trabajados de la misma manera, por ello es necesario conocerlos.

Como si se tratara de la receta de un plato exquisito, que lleva no sólo la firma y dedicación de un buen chef sino la selección de ingredientes de primera, el granito se le presenta al ser humano luego de miles de años de calor, altas presiones en el corazón de la corteza terrestre y diferentes reacciones químicas como uno de los materiales más perdurables y agraciados que ofrece la naturaleza.

Tal vez parte de su belleza radica en su exclusividad, pues no hay dos piezas exactamente iguales, son originales e irrepetibles. ¿Qué mejor obra de arte natural para agregarla en paredes, pisos, topes y cualquier tipo de revestimiento en nuestro hogar u oficina?

Esa piedra cristalina llena de vetas de variadas tonalidades y tamaños ofrece aislamiento contra la humedad y cambios de temperatura lo que lo hace ideal para las cocinas, baños y pisos en exteriores o interiores. Resiste el rayado, los golpes, el desgaste y la intemperie. Además su superficie poco porosa facilita la limpieza.

Ni que decir sobre su durabilidad, por siglos arquitectos y constructores se han maravillado por esta clase de piedra encontrada en el interior de las pirámides de Giza en un excelente estado… ni el pasar de los años ni las diversas vicisitudes le han podido hacer daño. Por ello, ha ido reemplazando el otrora protagonismo del mármol, a pesar de su menor maleabilidad.

¿Cómo elegir el correcto?
Usualmente las tiendas especializadas ofrecen un muestrario que podría darle una idea bastante aproximada en cuanto a color y textura. Sin embargo, es preferible que pida ver las placas de granito completas para saber las distintas tonalidades que tendría la pieza en su hogar u oficina.

Es posible que se interese primeramente por el precio antes de visitar los terrenos donde trabajan con la piedra. Pero no se deje llevar a la primera y averigüe si lo que le están presupuestando es el centro de la misma, pues éste suele ser un poco más costoso que el resto pero sin duda de mayor calidad.

Pregunte también por el tipo de granito que le están ofreciendo. El granito llamado “proyectado” es el que se utiliza para el recubrimiento de edificios, jardineras, etc., aunque puede usarse con confianza en los interiores. También está el “granito vaciado” para recubrir pisos, topes, etc., el cual tiene un compuesto que contiene cemento haciéndolo muy fuerte pero con delicada superficie, obligándolo a ser pulido esporádicamente.

Pida información por el tipo de acabado que le ofrecen, pues ello dependerá del destino de la pieza y del aspecto que usted desee tener. Por ejemplo, con el Pulido se abrillanta y resalta el color y la textura lisa además de cerrar los poros originales del material. En el Apomazado también se resaltan el brillo y el color pero no con la misma intensidad.

En el Abujardado y el Arenado golpean la superficie de la roca con el propósito de obtener agujeros ligeros que aclarará sutilmente el color. También está el Flameado, en el que se le aplica una llamada de fuego al granito consiguiendo una superficie rugosa y vítrea.

Las planchas de granito salen de la fábrica ya pulidos y tratados pero es importante que en el proceso de instalación, su fabricante instalador vuelva a tratar la pieza con algún producto sellador, especialmente si ha tenido que realizar cortes y agujeros para ventanas, griferías, etc.

Mantenimiento
Si bien es cierto una de las características más seductoras del granito es su durabilidad, debemos saber cómo mantener las superficies para evitar manchas u opacidad de partes de la pieza.

Hay que evitar usar productos con ácidos. Se recomienda usar trapos o paños limpios impregnados con agua y pasarlo suavemente por la superficie, se deja secar y si es necesario se repite el procedimiento. No permita que la grasa o aceite seque sobre ella y trate de no arrastrarle elementos filosos.

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